martes, 8 de julio de 2014

4.4 PROCESO DE GLOBALIZACIÓN, DIMENSIONES E IMPACTO EN LAS ORGANIZACIONES Y LA SOCIEDAD.

CONCEPTOS DE GLOBALIZACIÓN.

La globalización es un fenómeno de carácter internacional: su acción consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capitales (financieros, comerciales e industriales), ha permitido que la economía mundial (mecanismos que la integran: el comercio, la producción, y las finanzas) moderna abra espacios de integración activa que intensifiquen la vida económica mundial y Surge como consecuencia de la internacionalización cada vez más acentuada de los procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales.

Globalización es un término moderno especialmente usado para describir los cambios en las sociedades y la economía mundial que resultan en un incremento sustancial del comercial o internacional y el intercambio

Globalización" es un concepto ambiguo y desatinado, apto sólo para ocultar el proceso real de expansión del capitalismo en escala mundial.

La globalización. es el proceso por el que la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unifica mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global.

Ha sido definida como el proceso de desnacionalización de los mercados, las leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e individuos por el bien común. Aunque puede ser discutible que ello lleve a este bien , puede definirse como la fase en que se encuentra el capitalismo a nivel mundial, caracterizada por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.

También es un proceso histórico, el resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la prolongación más allá de las fronteras nacionales, a la creciente interdependencia entre los países, a la creciente integración de las economías de todo el  mundo ( esto en todos los niveles de la actividad económica humana), especialmente a través del comercio y los flujos financieros, abarca además aspectos culturales, políticos y ambientales más amplios.

Entonces podemos decir que la globalización es un concepto que pretende describir la realidad inmediata como una sociedad planetaria, más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones socio-económicas o culturales, o sea un intento de hacer un mundo que no esté fraccionado, sino generalizado, en el  que la mayor parte de las cosas sean iguales o signifiquen lo mismo.

PROCESO DE GLOBALIZACIÓN

Desde el punto de vista económico, la globalización es un proceso de integración de los mercados a escala mundial. Para ello, ha sido indispensable la formación de bloques económicos orientados bajo la lógica de libre comercio, con el fin de reproducir el capital. Este proceso, ha implicado la creciente interconexión de los mercados de todo el mundo. De ese modo, los eventos, crisis del sistema económico cada vez afectan con mayor velocidad y fuerza a todos los países del mundo.

En el campo social, implica la reducción de las distancias entre todos los países. Juega un papel primordial el desarrollo de las comunicaciones, ejemplo de ello es el uso de Internet.

Ese proceso ha tomado mayor fuerza a partir del fin de la guerra fría, hecho que permitió que el poder y las relaciones económicas estén dominadas por los Estados Unidos, pero esta hegemonía se enfrenta hoy a bloques como la Unión Europea, y otros bloques en Asia, América Latina y África.



IMPACTO EN LAS ORGANIZACIONES

Amenazas de las Empresas
La mundialización ha modificado la naturaleza y la pauta de la industrialización. Aún las empresas pequeñas se ven enfrentadas a competidores internacionales.

Los países en desarrollo más avanzados están perdiendo las ventajas competitivas en sectores de índice de mano de obra muy elevado. La elevación de los salarios reales ha erosionado sus ventajas de costos, mientras que las cuotas impuestas por los países industrializados limitan su acceso a los mercados, obligándolos a reubicar algunas de sus operaciones de elevado índice de mano de obra en economías de salarios bajos.

El rápido aumento de los salarios, aun en condiciones de excedentes de mano de obra, que obliga a la administración a ascender en la escala tecnológica en busca de una mayor productividad para justificar nuevas inversiones y conservar la competitividad.

La declinación del empleo en la industria manufacturera a medida que las nuevas tecnologías genéricas sustituyen mano de obra por capital, pese a las ventajas comparativas de una mano de obra abundante. Un desplazamiento hacia una mayor dependencia de la producción primaria y algunos servicios (turismo), causados por la pérdida de las ventajas comparativas en la manufactura debida a una actualización tecnológica inadecuada, o al cierre de industrias de sustitución de importaciones que no pueden competir en condiciones de economía abierta.

La Asociación como estrategia de fortalecimiento de las empresas ante la Globalización.

El término asociación surge como uno de los mecanismos de cooperación entre las empresas pequeñas y medianas que están enfrentando un proceso de globalización de las economías nacionales. La globalización económica está redefiniendo los procesos de manufactura al localizar las fábricas en diferentes partes del mundo, abriendo oportunidades pero también significando amenazas para las PYMES, las cuales además de verse presionadas a cambiar sus paradigmas gerenciales requieren diseñar nuevos mecanismos de interrelación con el entorno.

El mecanismo de cooperación entre empresas pequeñas y medianas, en donde cada empresa participante, manteniendo su independencia jurídica y autonomía gerencial, decide voluntariamente participar en un esfuerzo conjunto con los otros participantes para la búsqueda de un objetivo común. Los objetivos comunes pueden ser coyunturales, tales como la adquisición de un volumen de materia prima, o generar una relación más estable en el tiempo como puede ser la investigación y desarrollo de tecnologías para el beneficio común o el acceso a un financiamiento que requiere garantías que son cubiertas proporcionalmente por parte de cada uno de los participantes.

La necesidad de diseñar y adelantar estrategias colectivas pasa a ser no solamente una posibilidad de desarrollar ventajas competitivas individuales y conjuntas sino que puede llegar a constituir un requisito básico de sobre vivencia para las PYMEs. Incluso alguna de las estrategias individuales tendrán éxito en la medida que ellas sean complementadas con estrategias colectivas.

Una distinción adicional de la asociatividad es el carácter amplio de actividades de cooperación que puede abarcar. La asociatividad se puede establecer para múltiples propósitos desde el financiamiento hasta la investigación conjunta de determinado problema y, al mismo tiempo, abarcar las diferentes etapas de los procesos básicos de las empresas, a saber, diseño, manufactura, comercialización, servicio post-venta, entre otros. En principio, no hay limitación del ámbito de la cooperación en la asociatividad.

La asociatividad tiende a confundirse como una asociación de empresas que enfrentan problemas comunes y que requieren asociarse para presionar ante otra empresa o instancia gubernamental para una solución.

Para enfrentar las restricciones a la viabilidad de la asociatividad y garantizar el éxito de la misma se requieren diferentes acciones por parte de los actores que están envueltos directa e indirectamente en el proceso. A nivel de la empresa es necesario que la dirección de la misma adopte la cultura de la cooperación competitiva y busque en consecuencia sus aliados más importantes: otras empresas con necesidades similares de cooperación

Impacto en los grupos e individuos
Los grupos defensores de los derechos humanos temen que la globalización podría minar todos los logros alcanzados en cuanto a la configuración normativa de los catálogos de derechos humanos: de los derechos humanos sociales, por un empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo; de los derechos de la mujer, por una explotación aún mayor en las «fábricas para el mercado mundial» y por una expansión intercontinental de la trata de blancas; de los derechos del niño, por el aumento del trabajo infantil y de la prostitución infantil. Según el Informe Anual de 2001 de Amnistía Internacional, la creciente presión económica que la globalización ejerce sobre todas las ­sociedades representa una amenaza sistémica para los derechos humanos. ¿Son fundados estos temores?

La apertura de los mercados para el capital, los bienes y los servicios, y la competencia por las ventajas de producción han debilitado la capacidad de los Estados para imponer estándares sociales mínimos y han aumentado el poder negociador de las empresas multinacionales. Su organización transnacional también reduce la capacidad de gestión de los sindicatos nacionales.

El nuevo mundo globalizado es el resultado del proceso de reestructuración del capital. Ha cambiado relaciones entre los géneros, subjetividades, valores y ha reordenado el espacio y el orden político mundial.

Este proceso se ha producido en forma desigual, entre regiones, entre sectores socioeconómicos y entre los géneros, con diferentes consecuencias que han deteriorado la calidad de vida de todas las personas. Las mujeres no sólo se ven afectadas como miembros de los hogares y de grupos sociales desfavorecidos, sino también como resultado de su posición en la división sexual del trabajo.

El hecho de que sean ellas las responsables del trabajo de cuidado de la familia las lleva a intensificar el trabajo doméstico para compensar la disminución de los servicios sociales, producto de la caída de gasto público. Esto significa que los cambios en la asignación de recursos y los aumentos de productividad que se supone ocurren con programas de ajuste, no toman en cuenta las transferencias de costos desde el mercado a los hogares. Las mujeres absorben los shocks de estos programas a través de más trabajo o de hacer rendir los ingresos limitados.

Las responsabilidades familiares hacen a las mujeres más vulnerables a la precarización de los empleos, ya que muchas veces deben aceptar trabajos de peor calidad, con menor protección laboral y de seguridad social, a cambio de flexibilidad para compatibilizar trabajo doméstico y trabajo remunerado. Esto permite transformar esta vulnerabilidad de las mujeres en parte de la estrategia des reguladora del mercado de trabajo.

La privatización de los sistemas de seguridad social, inciden en mayor medida en las mujeres. La reproducción humana, como bien social desvalorizado, pasa a representar un costo que debe ser asumido por el sexo femenino. Las mujeres en edad fértil, tengan o no hijos, deben soportar un costo mayor de la salud provisional, sustentado en el riesgo de que lleguen a demandar mayores gastos de atención en salud que los varones.

En el caso de la jubilación, cuando se ha adoptado el sistema de los fondos individuales, el hecho de que las mujeres gocen de una mayor esperanza de vida, da por resultado pensiones más bajas, aumentando la pobreza de las mujeres mayores.

GLOBALIZACION EN EL INDIVIDUO

Algo global, es algo general, total, completo, entero, integro, y la globalización es el proceso con el que se llega a esta situación. Pero ¿qué se está globalizando?

Queremos decir que las acciones o relaciones humanas tienen un alcance global, es decir, que las decisiones tomadas en algún lugar pueden tener consecuencias en cualquier otro punto de la Tierra pero esto no es nuevo.

Si la globalización es una situación particular de las interacciones sociales en la Tierra, intentemos primero describir estos elementos que interaccionan.

"Los llamados procesos globalizadores redundan en la redistribución de privilegios y despojos, riqueza y pobreza, recursos y disposición, poder e impotencia, libertad y restricción. Las divisiones territoriales y segregaciones de identidad que imponen y promueve la globalización de los mercados e información, no reflejan la diversidad de socios en pie de igualdad.

La globalización engloba un proceso de creciente internacionalización del capital financiero, industrial y comercial, nuevas relaciones políticas internacionales y el surgimiento de nuevos procesos productivos, distributivos y de consumo deslocalizados geográficamente, una expansión y uso intensivo de la tecnología sin precedentes.

Los medios de comunicación social y el proceso de globalización influyen en el consumo de los individuos y por medio de éste, en la identidad colectiva de un pueblo, ya sea creándoles nuevas necesidades, ya sea haciéndolos dependientes a los objetos de consumo y generándoles, de esta manera el hábito del consumo. Dentro de este contexto, sin embargo, no se borran ni disminuye la posibilidad de los individuos de optar entre las alternativas que ofrece el gran mercado, por aquella que mejor le satisfaga sus necesidades.

A través de este trabajo se intentará, en primer lugar dar una caracterización del tipo de cultural que se está forjando a fines del milenio y como ésta nos afecta no solo como individuos de una sociedad, sino también como consumidores.

Con el paso del tiempo los hábitos de consumo se van modificando, así como también, la forma de poner el producto en contacto con la gente es distinta a la que existía hace un par de años atrás.

"Los individuos están inmersos en una realidad social, su desarrollo personal no puede disociarse del intercambio con ella, su personalidad se va forjando en su participación, en las creencias, actitudes, comportamientos de los grupos a los que pertenece. Esa realidad colectiva consiste en un modo de sentir, comprender y actuar en el mundo y en formas de vida compartidas, que se expresan en instituciones, comportamientos regulados; en suma en lo que entendemos por una cultura, El problema de identidad de los pueblos remite a su cultura".

"Debemos comprender que el proceso de globalización, al impulsar el movimiento de desterritorialización hacia fuera de las fronteras nacionales, acelera las condiciones de movilidad y "desencaje". El proceso de mundialización de la cultura engendra, por lo tanto nuevos referentes identitarios".

La globalización impacta en los procesos de identificación de la gente porque pone delante de ella a otros individuos que actúan como modelos para asemejarse o diferenciarse. Es decir que, "las nuevas sensibilidades y estilo de vida, la crisis de los sentidos, valores y creencias instituidos, el creciente privativo, neo narcisismo y hedonismo, en fin, las transformaciones culturales de la sociedad contemporánea, plantean la acción política cuestiones cruciales que afectan tanto su dimensión ética como institucional, entre ellas, la necesidad de reconstruir la identidades colectivas."

GLOBALIZACION COMO GRUPO

El término globalización se refiere a una intensificación sin precedentes y una aceleración de un flujo cada vez mayor de las comunicaciones y el movimiento de gente, tecnología, dinero, bienes, imágenes e ideas a través de las fronteras nacionales. Esta interacción más allá de las fronteras vincula –de hecho o potencialmente a individuos, organizaciones, países y culturas. Sin embargo, la interdependencia que resulta de esos vínculos es frecuentemente asimétrica.

En su sentido más pleno, la globalización es un proceso que surge de dos desarrollos históricos mutuamente conexos. Uno es el avance en las tecnologías de las comunicaciones, la información y el transporte. El otro es la implementación de políticas liberales y la apertura de mercados locales al flujo internacional de bienes, servicios, tecnología y, en especial, de capital. Estos son desarrollos polifacéticos, que involucran actividades económicas, ecológicas, socioculturales y políticas ínterconexas que penetran todas las esferas de la vida diaria. Pero además, la globaliza­ción es desigual tanto en la manera en que influye sobre las culturas locales como en la manera en que queda afectada por su encuentro con cada cultura local. Es desigual porque los procesos ocurren en cada país a velocidades distintas y porque hay también variación en el rango y profundidad de su influencia.  Queda afectada por cuanto, al tiempo que impacta a la gente, queda a la vez moldeada por ella, tanto si la respuesta es reacia como si es receptiva.

El motor del actual proceso de globalización es la globalización económica. Entenderemos mejor esta economía global en su contexto histórico. La ola actual de globalización económica es fundamentalmente distinta de la primera ola que ocurrió aproximadamente entre 1870 y 1914. Durante aquel primer período, la reducción de barreras en las transacciones internacionales condujo primariamente a mayores intercambios de artículos y productos.
La decisión de abrir el mercado nacional y local, por parte de quienes definen las políticas gubernamentales, se implementa a través de políticas fiscales (sobre el presupuesto, la tasa de cambio y los impuestos). Históricamente, los gobiernos que sufren una escasez crítica de capital financiero se han visto en la necesidad de tomar tales medidas, debido a los condicionamientos que las instituciones financieras bilaterales y multilaterales ponen a sus préstamos.

Tales condiciones (llamadas “políticas de ajuste estructural económico”) han exigido que los gobiernos adopten políticas fiscales asociadas con la globalización. Pero si esas políticas de ajuste estruc­tural no van acompañadas de políticas sociales apropiadas (alivio a la pobreza, cuidado de la salud, educación) llevan con frecuencia a excluir a los pobres de los beneficios del crecimiento económico e incluso a su mayor empobrecimiento.

Más aún, junto con la mayor apertura en el flujo de bienes y capital, vemos contradicciones en las políticas nacionales de países industrializados que promueven la globalización. Por ejemplo, las políticas de migración de muchos países, que restringen el movimiento poblacional a través de la frontera, son contrarias a la creciente liberalización del mercado de capital financiero, bienes y servicios. Además, algunas políticas nacionales protegen el empleo doméstico mediante medidas que favorecen productos que ya no resultan competitivos a nivel internacional.

Cultura

La definición propuesta habla del grupo humano como sujeto de la cultura. En efecto, toda persona nace en un grupo humano en el seno del cual vive experiencias relativas a la supervivencia, a la convivencia y al sentido. Estas experiencias (dimensión visible de la cultura) son elaboradas internamente por la persona que construye así sus ideas y sus valores (dimensión invisible de la cultura). Con las ideas y los valores, emprenderá acciones en el grupo humano en el que vive, convirtiéndose así en "constructor de cultura".

El rápido cambio económico local debido a la economía global genera cambio social acompañado de tensiones sociales. La gente puede manejar esas tensiones en la medida que se lo permitan las formas heredadas de conocimiento y comprensión del mundo. El éxito de su adaptación depende de hasta qué punto pueda forjar un nuevo consenso sobre cómo reinterpretar y adaptar la cultura heredada. Al irse abriendo ellos mismos a la interacción con otras culturas, se desarrolla cierto pluralismo dentro de la misma cultura.

El término cultura se usa aquí para denotar “la manera en la que un grupo de personas vive, piensa, siente, se organiza, celebra y comparte la vida” (CG 34, D4, nota 1). “En todas las manifestaciones y expresiones de la cultura subyace un sistema de significados, de valores y criterios y de visiones del mundo que se traducen en lenguajes, gestos, símbolos, roles, estilos y esquemas de vida, así como en la percepción, análisis, interpretación y evaluación de la realidad a través de la acción y la expresión”.

Tanto los aspectos materiales (arte, artesanía, tecnología) como los inmateriales (valores, actitudes, creencias) de la cultura son elementos esenciales de la vida humana. Constituyen el marco dentro del que funcionan las comunidades al dar un significado común (función interpretativa) y  una valoración común (función normativa) a sus actividades económicas, sociales, políticas y religiosas. Además, operan a través de instituciones (familia, iglesia, mercado, gobierno, asociaciones voluntarias) cuyos procesos pueden desarrollarse o cortarse a lo largo del tiempo. En tiempos de cambio social hace falta una reevaluación permanente de las prácticas aceptadas.

A medida que las instituciones asociadas con los mercados globales traen nuevos significados y valores a las instancias culturales locales, se intensifica también el ritmo de cambio. Los medios modernos de comunicación social, el transporte y el turismo, así como el mundo de los negocios, difunden nuevas ideas y conductas que alteran la vida diaria de la gente. Entran en las culturas locales nuevas ideas sobre derechos humanos, incluida la igualdad de género, procedimientos democráticos, economía de mercado, métodos de producción, esquemas de consumo, uso del tiempo libre... Dado que viene de afuera y trae consigo el peso y atractivo de lo global y común, todo ello puede  incrementar el sentimiento de pérdida de control de la comunidad sobre sí misma. Por una parte, una comunidad puede reafirmarse a sí misma rechazando todo lo que se asocie con la globalización. Pueden surgir entonces movimientos de oposición centrados en las particularidades religiosas, nacionales, raciales o étnicas.

Pueden volcarse hacia el fundamen­talismo y en algunos casos incluso hacia la violencia indiscriminada. En el otro extremo, otra reacción puede ser la asimilación crítica de la “cultura global”.

Entre estos dos extremos de reinterpretación y reevaluación de la vía tradicional y la manera de negociar por parte de las comunidades, la gente puede buscar adaptaciones y cambios dentro de una amplia gama de caminos alternativos. Este tipo de responsabilidades implica apreciaciones racionales de las opciones viables. Pero, en cuanto problema cultural, éstas van más allá de una racionalidad instrumental. “Lo crucial para una apreciación racional de tales opciones es la habilidad de la gente en participar en discusiones públicas sobre el asunto” (Sen 1999: 242). Esas discusiones requieren comprender cómo funciona la globalización.

Supuesta la creciente apertura de las culturas y las formas desiguales en que ellas actúan y se influyen entre ellas, estas discusiones públicas ocurren tanto entre culturas como dentro de cada una de ellas. Una participación idónea requiere un ambiente social global dentro del que cada cultura tenga su voz. En un mundo de pluralismo cultural ninguna cultura puede arrogarse ser la norma para las otras. En esta situación, la perspectiva superior del bien común global sólo puede ser el resultado de un diálogo intercultural que se refiera a las tensiones entre mercado y sociedad en las discusiones sobre política económica. 


GLOBALIZACION DE LA  ORGANIZACIÓN

La globalización de la administración es una realidad de la vida diaria. Todos los días, los periódicos están llenos de noticias que nos recuerdan que las organizaciones han adoptado un enfoque global. Los noticieros hablan, con frecuencia de asuntos como las balanzas comerciales internacionales y las fluctuaciones de las monedas. No es raro leer acerca de empresas japonesas que están avanzando en los mercados de Estados Unidos ni de empresas estadounidenses que están progresando en los mercados de Japón. Se nos informa de administradores de los países que estaban tras la "cortina de hierro" que ahora se preparan en Europa Occidental o Estados Unidos y de empresas estadounidenses y británicas que se unen para ofrecer nuevos servicios de telecomunicaciones y viajes en avión. Hoy, ningún gerente se puede dar el lujo de suponer que su organización esta aislada de todas estas actividades mundiales. Los clientes de los chips de Sumitomo, como Hewlett – Packard, son testigos de esta afirmación.

Hoy, no es nada raro encontrar una organización global, con oficina matriz en Estados Unidos, que cuente con operaciones fabriles , por decir algo, Estados Unidos, Alemania y Singapur; que venda sus productos en docenas de países llamados "Cuatro Tigres" Hong Kong, Singapur, Corea del Sur y Taiwán.

Las grandes organizaciones no son las únicas que han optado por la vía global, también es cada vez mayor la cantidad de pequeñas empresas que lo hacen.

La Globalización es el Reconocimiento por parte de las organizaciones, de que las organizaciones deben tener un enfoque global y no un enfoque local. También puede esta ser definida de muchas maneras, dependiendo de que nivel se desee analizar, se puede hablar de la globalización del mundo entero, de un país, industrias específicas, empresas, hasta de un modelo económico y político.

A escala mundial, la globalización se refiere a la creciente interdependencia entre los países, tal como se refleja en los flujos internacionales de bienes, servicios, capitales y conocimientos.

A escala nacional, se refiere a la magnitud de las relaciones entre la economía de una nación y el resto del país.

La globalización es un proceso de crecimiento internacional o mundial del capital financiero, industrial, comercial, recursos humanos, político y de cualquier tipo de actividad intercambiable entre países.

En la actualidad convertir una colección de negocios nacionales en un solo negocio mundial con una estrategia global integrada es uno de los retos más serios para los administradores de hoy.

Una industria es global en el grado en que haya conexiones entre países. Una Estrategia es Global en el grado en que está integrada entre diversos países.

El aumento de la competencia extranjera es por si mismo una razón para que los negocios se globalizan, a fin de adquirir tamaño y destrezas que les permitan competir mas eficazmente. Pero una motivación aún mayor para la globalización es el advenimiento de nuevos competidores globales que se las arreglan para competir sobre una base global integrada.


DIMENSIONES DE LA GLOBALIZACIÓN

DIMENSIÓNTECNO-ECONÓMICA:
Se destacan los grandes transformaciones tecnológicas que han tenido lugar en el mundo durante las últimas tres décadas; y la rapidez con que han ocurrido dichos cambios; con particular referencia a las tecnologías de la información.

Si bien aparecen nuevas oportunidades asociadas a la generación y difusión de estas nuevas tecnologías; el acceso a estas oportunidades es extremadamente desigual, quedando marginados de estos adelantos tecnológicos sectores crecientes de la población mundial, sobre todo aquellos más pobres.

En un mundo crecientemente interconectado por la informática y las telecomunicaciones, las regiones subdesarrolladas aún registran un elevado grado de marginación.

Menos del 1% de los habitantes de los países subdesarrollados tiene acceso a INTERNET. A finales de los 90, cerca del 90% de los usuarios de INTERNET eran de países industrializados.

Los países industrializados controlan más del 95% de las patentes registradas.

En el plano económico, la brecha que separa a los países desarrollados y subdesarrollados continúa siendo preocupante. El crecimiento medio anual del ingreso per cápita durante los 90 fue negativo en 50 países –prácticamente todos países subdesarrollados-; y más de 30 países que tienen en su conjunto una población de más de 500 millones de habitantes tienen en el presente un ingreso per cápita inferior al de 20 años atrás. (PNUD 2000).

Los países subdesarrollados con cerca del 78% de la población mundial aportan sólo el 18% de las exportaciones de bienes y servicios y el 37% del PIB global; mientras que a los países desarrollados con alrededor del 15% de la población mundial les corresponde el 78% de las exportaciones totales y más del 57% del PIB global. Sólo EE.UU., con apenas 4.6% de la población del mundo registra niveles de PIB y exportaciones que superan los registros agregados correspondientes de toda América Latina, Africa y Asia subdesarrollada (excluyendo a China y al Medio Oriente), que en su conjunto representan más de la mitad de la población mundial (IMF 2000).

En 1999 los 200 multimillonarios más ricos tenían una riqueza combinada de más de 1.1 millones de millones de dólares; es decir casi 8 veces el ingreso combinado de los 582 millones de personas que viven en los PMA , que apenas captaron unos 146 mil millones de dólares (PNUD 2000).

Dimensión comercial:
Gran dinamismo comercial, que se expresa en un crecimiento del comercio superior al crecimiento de la producción.

Auge de la transnacionalización, dado que las ETN son agentes muy activos de la globalización. Acelerado proceso de fusiones y adquisiciones en el mundo.
Erosión de la preferencialidad en las relaciones Norte-Sur, como parte de las nuevas reglas del juego en el comercio internacional que han sido impuestas por los países industrializados a instancias de la OMC.

Como parte del discurso neoliberal, se aboga por la liberalización, la privatización y la desregulación, como precondición de la mayor competitividad.

Tendencia a la creación y reforzamiento de bloques comerciales/económicos regionales, como el ALCA que => serio comprometimiento del futuro socioeconómico de ALC (DOLARIZACIÓN, LIBERALIZACIÓN DE INVERSIONES, PRIVATIZACIONES)

Dimensión financiera:
Mayor integración de los mercados de capital; y mayor interconexión de las bolsas de valores y productos.

Creciente especulación financiera => brecha creciente entre la economía productiva (“la llamada economía real”) y los flujos internacionales de capital, en especial del capital financiero => burbuja financiera o economía de casino.

Esta especulación financiera, exacerbada por la desregulación en este sector se ha traducido en mayor volatilidad (dado el carácter de corto plazo de una parte significativa de los capitales que circulan internacionalmente), gran inestabilidad y una elevada capacidad destructiva.

Debe tenerse en cuenta que la mayoría de los países subdesarrollados son afectados por serias restricciones comerciarles y financieras, vinculadas directa o indirectamente a la elevada deuda externa que gravita sobre sus economías y que ya supera los 2.5 millones de millones de dólares. En los años 1992-2000, los países subdesarrollados destinaron unos 264 mil millones de dólares, como promedio anual, sólo al pago del servicio de su deuda externa (IMF 2000).En general, se aprecia una creciente vulnerabilidad de la economía mundial ante la posibilidad de crisis internacionales [como la iniciada en Asia en 1997 y que luego se extendiera a Rusia (1998) y Brasil (1999)].

Dimensión política:

Dimensión social:
Creciente polarización social dentro y entre los países => crecimiento de la brecha entre ricos y pobres.

Número de pobres en países subdesarrollados: 1300 millones (100 millones en países desarrollados).

Otros cálculos revelan que el 20% más rico de la población mundial recibe más del 80% del ingreso mundial (Wolfensohn 2000).

Por demás, la pobreza de ingresos se asocia a registros negativos en los principales indicadores de salud, educación, alimentación, vivienda y otras áreas básicas del desarrollo humano. Se estima que más de mil millones de habitantes de países subdesarrollados carecen de acceso a agua potable y más de 2400 millones de personas no cuentan con saneamiento apropiado. Cerca de mil millones de adultos son analfabetos. El déficit mundial para lograr la prestación universal de servicios básicos en los países subdesarrollados asciende a 80 mil millones de dólares anuales (PNUD 2000); cifra equivalente a la tercera parte del pago promedio anual de los países subdesarrollados por concepto de servicio de la deuda externa entre 1992 y 2000.

Proliferación del tráfico de drogas, terrorismo, tráfico de armas.
Migraciones Surà Norte y restricciones al libre movimiento de la fuerza de trabajo a nivel internacional.

Esta situación podría agravarse considerablemente en los próximos 25 años, sobre todo si se tiene en cuenta que casi 2000 millones más de personas se sumarán a los 6000 millones que actualmente constituyen la población mundial, y casi todo ese aumento tendrá lugar en los países subdesarrollados (ver Wolfensohn 2000).

Dimensión cultural:
Reforzamiento de la dependencia cultural.

Tendencia a la uniformidad y a la estandarización de los patrones culturales.
Proliferación de la violencia y la pornografía en los medios de difusión masiva.
Se tiende a lesionar la soberanía y la identidad cultural.

Dimensión ambiental:
Desde la década de los años 80 se han hecho más evidentes algunos de los problemas ambientales, de alcance internacional, que más preocupan a la humanidad, tales como el agotamiento de la capa de ozono; el efecto invernadero; la pérdida de la diversidad biológica; la contaminación urbana; el tráfico transfronterizo de desechos peligrosos; la contaminación de los mares, océanos y zonas costeras y el deterioro ambiental asociado a las condiciones de subdesarrollo y pobreza en que viven las tres cuartas partes de la población mundial. Se calcula que 60% de los pobres del Tercer Mundo viven en áreas ecológicamente vulnerables.

Considerando el carácter global de muchos de los fenómenos ambientales que más preocupan a la humanidad, la interrelación que existe entre ellos y la creciente brecha socioeconómica que caracteriza a las relaciones Norte-Sur; una solución duradera a los problemas ambientales globales pasa necesariamente por una profunda reestructuración de las relaciones económicas y políticas internacionales, sobre bases de equidad y justicia social

Además, en condiciones en que la deuda externa de este grupo de países ha continuado creciendo; la proporción que representa la Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD) con relación al PNB de los países industrializados cayó de 0.34% en 1992 a 0.24% en 1998, frente a un compromiso internacional de aportar el 0.7% del PNB de los países desarrollados para tales fines.

La internacionalización del debate sobre medio ambiente y desarrollo ha coincidido en el tiempo con el auge del discurso y las prácticas neoliberales a nivel mundial. En estas condiciones, la idea acerca del "mercado verde", o sea la aplicación de fórmulas neoliberales para resolver los problemas ambientales, también ha cobrado especial auge en los últimos años.

En este sentido, pudiera destacarse el impacto ambiental altamente nocivo de los programas de ajuste macroeconómico, recomendados por el FMI a los países deudores.

Un balance de lo acontecido a escala mundial en los casi 9 años transcurridos desde la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo revela que, sobre todo en los últimos años, el acelerado deterioro ambiental ha coincido con la erosión aún mayor de la siempre escasa voluntad política de los países desarrollados para contribuir a la solución de los problemas ambientales, como quedó demostrado con el fracaso de la Sexta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en La Haya, noviembre del 2000; y la más reciente posición del gobierno de los EE.UU de desentenderse del Protocolo de Kioto, siendo el país que emite alrededor de la cuarta parte del CO2.

En este contexto, la degradación ambiental está provocando, entre otras cosas, desastres naturales cada vez más severos, que durante la pasada década se tradujeron, según reportes recientes, en un costo ascendente a unos 608 miles de millones de dólares; cifra comparable al monto combinado de las cuatro décadas anteriores. Como es de suponer, las mayores afectaciones se concentran en las regiones más pobres del planeta, que son además las más vulnerables desde el punto de vista económico, social y ecológico para enfrentar situaciones o eventos ambientales extremos.

Un análisis integral de la relación entre medio ambiente y desarrollo en el actual contexto internacional debe tomar en consideración la deuda ecológica del mundo desarrollado y la persistencia de un entorno de subdesarrollo, pobreza y deterioro ambiental, que afecta a las tres cuartas partes de la humanidad.

A la hora de pensar en posibles soluciones a los dilemas económicos, sociales y ambientales que enfrenta la humanidad a inicios del nuevo milenio, resulta necesario, ante todo, romper con la fórmula convencional de relacionar las variables crecimiento económico, equidad y calidad ambiental. Según esta fórmula convencional, impregnada en las versiones más extremas del pensamiento neoliberal, si bien no existe incompatibilidad entre las tres variables antes mencionadas, primero es necesario crecer para luego progresar, de manera "automática", en términos de equidad y calidad ambiental.

Como fórmula alternativa, se requeriría el diseño de estrategias de desarrollo sostenible que reconozcan la necesaria integración entre los problemas económicos, sociales y ambientales, como dimensiones que se complementan y se refuerzan entre sí. Desde una perspectiva de largo plazo y con un enfoque integral, el crecimiento económico resulta incompatible con los rezagos en términos de equidad y calidad ambiental.